Arreglar el software de una computadora implica corregir errores del sistema operativo, optimizar el rendimiento y solucionar fallas provocadas por programas, virus o configuraciones incorrectas.
El proceso incluye varios pasos:
Eliminar virus, malware o programas sospechosos que estén afectando el funcionamiento.
Desinstalar software corrupto o incompatible, que puede generar errores o conflictos.
Actualizar controladores (drivers) para mejorar estabilidad y compatibilidad.
Reparar archivos del sistema, utilizando comandos como SFC o DISM en Windows.
Restaurar configuraciones originales, en caso de que cambios recientes hayan generado fallas.
Optimizar el inicio del sistema, eliminando programas que cargan innecesariamente.
Actualización del sistema operativo, que corrige fallos conocidos y mejora seguridad.
Formateo e instalación limpia, cuando el software está demasiado dañado para ser reparado.
Cada solución depende del tipo de problema y del estado general del sistema.